viernes, 3 de marzo de 2017

Las contradicciones bíblicas son producto de malas interpretaciones

La Luna, la fiesta de la pascua o Pesaj judía, y Jesucristo: ¿tienen algo en común?




Mucho, y es lo que trataré de explicar en los siguientes discursos que pueden leer pulsando directamente en las siguientes direcciones:

La leyenda de la pascua centra la muerte en la tarde del día 14, luego viene, en sentido numérico, el segundo día o shabbat cuando permanece en la tumba todo el día 15 (apenas un día y una noche), luego del ocaso de ese día 15 comienza el 16, y resucita al tercer día antes del amanecer. El problema es que durante el día 15 los sinópticos indirectamente señalan fue muerto, pues claramente relatan que celebró la Pesaj en la noche del 15 (apenas comenzado ese día lunar). Para marear a los inexpertos los curas y pastores cristianos enseñan que cenó la Pesaj en la noche del día 14, afirmando a todos se correspondía al mismo momento en que lo judíos lo hacían todos los años, muriendo por tanto el 14 a la tarde, pues de otra manera el relato no les cierra por ningún lado. Sin embargo, no es eso lo que los evangelios y las escrituras de las cuales abrevaron (el Pentateuco) enseñan. Por otro lado, aun intercalando un día de acuerdo al evangelio de Juan (que los sinópticos también hacen pero completamente contrario a las costumbres judías, por ello la contradicción con el Pentateuco), solo pasa muerto unas pocas horas diurnas del día 14 y otras pocas nocturnas del 16, con lo cual, si bien expresivamente resucita el “día tercero”, apenas pasa un día completo más medio de la junta de los otros dos pedazos, incumpliendo la señal de Jonás de trascurrir “tres días y tres noches”, lo que es sin duda alguna una expresión “idiomática” muy clara para corresponder a un período de tiempo mucho mayor al relato de la leyenda. Y finalmente, “al tercer día” es una expresión “idiomática” cuya procedencia “profética” no tiene nada que ver con la vida de un pobre infeliz llamado Jesús, solo le fue aplicada de manera bastante forzada a su persona dos expresiones antiguas distintas que formaban parte del conocimiento astrológico de los ciclos lunares.
Nuevo enlace público de Google: La contradicción cronológica de la última cena

Y luego en:

En este discurso muestro la conexión de tales expresiones con la renovación mensual de los ciclos lunares, aspecto que la mayoría desconoce (no he visto a nadie que lo haya siquiera sugerido hasta ahora). El intervalo entre el final de la fase visible de un mes lunar y el siguiente trae aparejada una secuencia distinta de días sin Luna a lo largo del año, ocurriendo de una manera secuencial, siendo recordados desde la antigüedad tales variantes al ser plasmados en distintas narraciones legendarias.
Nuevo enlace público de Google: La señal de Jonás, resurrección de...

Ambos temas vienen a completar la serie de tres que comencé al publicar el primero, titulado:

3)   ¿A qué hora crucificaron a Jesús? (enlace antiguo)
Existe una clara contraposición entre los evangelios sinópticos y el evangelio de Juan, donde muchos tratan por todos los medios de anularla con desarrollos sofistas carentes de sustento lógico. Durante el análisis del tema parto de enseñanzas divulgativas protestantes, para la cuales verán cómo usan una traducción manipulada.  El propósito de tales “soluciones teológicas” persigue la instalación histórica del relato sobre la vida y muerte de Jesucristo. Pero la evidencia lleva a mostrar que dicho relato se halla inspirado en antiguas concepciones relacionadas con el señorío de la Luna en la vida del pueblo israelita, y al ser compuestos no procuraron plasmar una narración histórica, sino hacer corresponder un hecho histórico con sus leyendas lunares al convertir a su Jesús en un dios para quienes creyeron fue el mesías profetizado, muerto y resucitado.
Nuevo enlace público de Google: ¿A que hora crucificaron a Jesús?

La conexión de Jesucristo con la Luna es indiscutible, tal como lo es con el dios judío Yhwh, a quien reemplazó en la doctrina cristiana, transformándose en el dios Sol. El Sol y la Luna son representaciones astrológicas divinas desde el inconsciente del ser humano en su manifestación andrógina, siendo usado desde la más remota antigüedad como lo demuestran las imágenes halladas entre los antiguos egipcios. 


Espero disfruten del material divulgativo y conozcan los orígenes de diversas expresiones bíblicas.

Los invito a comentar para expresar sus opiniones, y si gustan hacerlo en privado, pueden escribirme a oyado919@gmail.com. 

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